La vida tiene una manera de ir en círculos. Idealmente, sería un camino recto hacia adelante: siempre sabríamos a dónde íbamos, siempre podríamos seguir adelante y dejar todo lo demás atrás. No habría nada más que el presente y el futuro. En cambio, siempre nos encontramos donde empezamos. Cuando intentamos avanzar, terminamos dando un paso atrás. Llevamos todo con nosotros, el peso nos agota hasta que queremos colapsar y rendirnos.
Nos olvidamos de las cosas que intentamos recordar. Recordamos cosas que preferiríamos olvidar. Lo más aterrador de la memoria es que no deja otra opción. Ha dominado un incomprensible arte de olvidar. Borra, mancha, llena espacios en blanco con detalles que no existen.
Pero sin embargo, lo recordamos, o elegimos recordarlo, el pasado es la base que mantiene nuestras vidas en su lugar. Sin su apoyo, no tendríamos nada como guía. Pasamos mucho tiempo concentrados en lo que está por venir, cuando lo que se ha retrasado es igual de importante. Lo que nos define no es a dónde vamos, sino a dónde hemos estado. Aunque hay lugares y personas que nunca volveremos a ver, y aunque seguimos adelante y los dejamos ir, siguen siendo parte de lo que somos.
Hay cosas que nunca cambiarán, cosas que siempre llevaremos con nosotros. Pero a medida que nos aventuramos en el oscuro futuro, debemos encontrar nuestra fuerza aprendiendo a dejar las cosas atrás.
~~ Brigid Gorry-Hines