- Trate de hacer platos que incorporen espinacas que a los siete años de edad les resulten atractivas. La espinaca sabe muy bien con queso y maíz. Puede cocinar una cacerola de espinacas y maíz o un sándwich de espinacas, maíz y queso, o tal vez canelones de espinacas y queso.
- Cuéntele a su hijo cómo los beneficios para la salud de la espinaca superan con creces su sabor. También dígales que es muy probable que gradualmente desarrollen un gusto por él. Si tiene alguna de esas historias de “gusto adquirido”, cuéntelas.
- Muéstrales Pop-eye al Hombre Marinero si nada funciona. Jaja.
Espero que esto ayude. Aclamaciones.