Eso sería un horror a escondidas que ha decidido imitar la forma de un súcubo.
En su verdadera apariencia, es un conglomerado de zarcillos, bocas dentadas, globos oculares y limo anidados en la carne, que es un tono mayormente negro moteado con un patrón verde oscuro en constante cambio.
Es una criatura amorfa, y en este estado luce una serie de seis cuernos en forma de gacela en espiral, afilados y segmentados, el más pequeño que se extiende desde sus sienes, con dos más centrados justo sobre su frente, tal vez en la imitación de una corona, el último par más grande y brotando hacia arriba donde estarían sus orejas si fuera un humanoide mundano.
Las espantosas alas membranosas se extienden desde sus omóplatos, cada falange como un dedo grotescamente alargado con puntas empaladas del tamaño de espigas de ferrocarril.
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Una cola prensil, con punta de pala, se balancea detrás de ella mientras camina sobre los cascos malignos, dejando huellas de fluidos extraños que devoran materia inorgánica y causan una vida horrible y tumoral que recuerda a las plantas y animales a partir de sus pasos.
En el medio de la pala hay una espiga donde está contenido el veneno más vil de su vida, llegaremos a esto más tarde.
Con la capacidad natural de un súcubo para la telepatía y su naturaleza innata como un horror de una existencia que la humanidad no puede comprender ni el más mínimo atisbo sin volverse loca, el mero contacto de sus procesos de pensamiento de otro mundo es suficiente para desgarrar el cerebro de cualquier ser mortal que ella golpea su impía fantasía.
Sus mentes se rompen por las vistas horribles del Reino de los Ancianos, sus víctimas se convierten en recipientes vacíos aptos solo para ser llenados con su voluntad infernal.
Al levantarse la luna llena, cuando las barreras dimensionales están en su punto más débil, sus esclavos se comprometen en una ceremonia blasfema para atar sus almas a esta abominación por la eternidad, en la cual ella les inyecta su terrible veneno, corrompiéndolos en las terribles criaturas del Reino de los Ancianos.
Ella existe únicamente para influir en los hombres y mujeres mortales en su servicio maligno y expandir su progenie de engendros para que eventualmente derribar los muros entre nuestra realidad y la suya, y busca que toda su existencia sea consumida por su propio mundo horrible.
Probablemente se llame Becky y anhela las especias de calabaza porque su sabor le recuerda las frutas de sangre pulsantes de su propio reino que le otorgan a su forma fluida la capacidad de imitar y retener las formas y capacidades de las criaturas que ha devorado.