Obviamente, hay algo de dinámica con tus padres que te da miedo decirles algo relativamente simple: “Mamá, papá, estoy cansado de hacer X”. Puede ser un deporte, un piano, un violín, un baile, o lo que sea.
En la mayoría de las familias, uno de los padres es más fácil de manejar este tipo de situaciones. Ese padre simplemente sigue al padre “líder”, pero en el fondo no les importa mucho. Entonces, asegúrate de saber quién de tus padres es más flexible, encuéntralos solos y cuéntales. Explica las razones. Los deportes toman tiempo, pueden afectar tus calificaciones o quizás quieras hacer otra cosa. Por otro lado, ser bueno en un deporte aumenta tus posibilidades de obtener una beca, o de ser admitido en la universidad “ideal”. Tus padres pueden necesitar esa beca, o tal vez no. No tenemos ninguna pista. Si se trata de un problema de dinero, ofrezca trabajar a tiempo parcial para complementar el ingreso familiar. La vida se trata de compensaciones. Cuando uno de tus padres está a bordo, convencer al otro será más fácil.