No puedo decir con seguridad que los adolescentes tengan una necesidad más fuerte de independencia que los niños. Lo que es diferente para los adolescentes es que tienen muchas más herramientas para ejercer la independencia, ya sea su vocabulario, sus cuerpos post pubescentes, su licencia de conducir y teléfono inteligente, su criterio y sus capacidades físicas.
Mis hijos siempre expresaron el deseo de independencia, desde niños pequeños en adelante. No creo que se haya vuelto más fuerte, sino más sofisticado.