Cuando no te importa lo que está haciendo, con quién está.
Cuando puedas imaginar tu vida con alguien que no sea ella.
Cuando crees que no puedes sacrificar tu tiempo / esfuerzo / energía / todo para hacerla feliz.
O cuando empiezas a preguntarte: le doy demasiado, ella me devuelve muy poco. Cuando empiezas a notar el desequilibrio (en la fuerza) de dar y recibir, sentirás que es más una responsabilidad hacerla feliz, más que un privilegio. El amor incondicional se pierde.
Pero en el lado positivo, todavía hay un montón de peces en el mar. YOLO