Violencia doméstica en el Islam
Violencia doméstica en el Islam
El Corán sobre las esposas
James M. Arlandson
- ¿Dónde se pueden encontrar mujeres con valores tradicionales que no hayan dormido y sean buenas esposas?
- ¿Dormir separado de una esposa traerá felicidad en la vida matrimonial?
- ¿Es posible vivir con tu esposa y tu madre bajo el mismo techo?
- ¿El intercambio de esposas ocurre en la India?
- ¿Debo pedirle a mi esposa que deje de ver a su amiga con beneficios?
¿El Corán permite que los esposos golpeen a sus esposas, o no?
Summer Hathout es fiscal en Los Ángeles, activista por los derechos de las mujeres y musulmana. Ella niega que el Islam promueva la violencia doméstica, concluyendo en su breve artículo:
Para aquellos de nosotros que conocemos el Islam y el Corán, la violencia contra las mujeres es tan antitética a las enseñanzas del Islam que consideramos a quienes usan nuestra religión contra nosotros como mal orientados, mal informados o malévolos.
Por otro lado, la televisión saudí emitió un programa de entrevistas que discutió este tema. Desplazando tres cuartos del camino por el enlace, los lectores pueden ver a un erudito islámico sosteniendo barras de muestra que los esposos pueden usar para golpear a sus esposas.
¿Dónde está la verdad entre los dos extremos?
Desafortunadamente, el erudito masculino del Medio Oriente está mucho más cerca de la verdad que la activista y apologista musulmana (defensora) estadounidense, ya que Sura 4:34 en el Corán permite a los esposos golpear a sus esposas, aunque el verso no dice nada sobre varas.
Es cierto, como señala Hathout, que todas las sociedades tienen violencia doméstica; sin embargo, las sociedades islámicas lo han consagrado en su palabra eterna de Alá, a diferencia, digamos, del Nuevo Testamento, que no tiene ni un ligero indicio de ello. Con tal respaldo divino de Alá, ¿puede el Islam reformarse en este asunto?
Para demostrar cómo la violencia doméstica está incorporada en el Corán, este artículo sigue un método específico de exégesis (análisis detallado de un texto) en cuatro etapas. Primero, se ofrecen traducciones de eruditos musulmanes, para que ellos, y no los occidentales, hablen por su propio texto sagrado. En segundo lugar, se explican el contexto histórico y el contexto literario del versículo seleccionado, de modo que la vida de Mahoma y la comunidad musulmana primitiva pueden arrojar algo de luz sobre la dudosa práctica. Además de aclarar el verso, esta etapa también está diseñada para prevenir la defensa estándar, reflexiva “fuera de contexto” de los apologistas musulmanes. En tercer lugar, permitimos que los propios musulmanes interpreten el contenido del versículo del Corán. Esta etapa se subdivide entre las tradiciones tempranas y cuatro comentaristas modernos, incluido Hathout. Finalmente, hacemos algunas preguntas sobre el Islam y la posibilidad de una reforma, señalando que a los cristianos se les permite dudar si Dios enviaría ese versículo, especialmente cuando el Islam afirma que cumple con el cristianismo.
Traducciones de Sura 4:34
La primera etapa ofrece tres traducciones musulmanas de Sura 4:34, que deben leerse cuidadosamente para comprender la interpretación de los musulmanes en la cuarta etapa.
MAS Abdel Haleem, nacido en Egipto y educado en la Universidad Al-Azhar, en El Cairo y en la Universidad de Cambridge, y ahora profesor de Estudios Islámicos en la Escuela de Estudios Orientales y Africanos de la Universidad de Londres, traduce para la Oxford University Press (2004), como sigue:
4:34 Los esposos deben cuidar por completo a sus esposas, con [las bondades] que Dios les ha dado a algunos más que a otros y con lo que gastan de su propio dinero. Las esposas justas son devotas y guardan lo que Dios quiere que guarden en la ausencia de los esposos. Si le temen a las esposas que los esposan las manos de los demás, recuérdeles [a la enseñanza de Dios], luego ignórelas cuando vaya a la cama y luego péguelas. Si te obedecen, no tienes derecho a actuar contra ellos. Dios es el más alto y grande.
Abdullah Yusuf Ali, un erudito que trabaja en Lahore, Punjab, E. Pakistán, comenzó su traducción en 1934 y la revisó por tercera vez en 1938. Señala entre paréntesis, no original al árabe, la secuencia de pasos y el contenido implícito significado de “vencerlos (a la ligera)”:
4:34 … En cuanto a aquellas mujeres por cuya parte temen la deslealtad y la mala conducta, amonéstenlas (primero), (a continuación), nieguen compartir sus camas, (y por último) les peguen (a la ligera) …
Esta secuencia en la traducción de Yusuf Ali es importante para la interpretación de los musulmanes, a continuación, por lo que los lectores deberían concentrarse en ellos ahora.
Ahmed Ali fue un autor de ficción y traduce la línea relevante para Princeton University Press (1984, rev. 1986), agregando glosas entre paréntesis que no se encontraron originalmente en árabe:
4:34 En cuanto a las mujeres que sientes que son adversas, háblalas de manera provocativa; luego déjalos solos en la cama (sin molestarlos) y acuéstate con ellos (cuando estén dispuestos).
Esta traducción contradice rotundamente a los otros dos citados aquí y a muchos otros: “beat” (Fakhry); “Azote” (Pickthall); “Batir” (Dawood); “Golpe (a la ligera)” (Hilali y Khan); “Castidad” (maulana); “Castigar” (Khan); “Batir” (Maududi); “Beat” (Salahi y Shamis, traductores musulmanes de Sayyid Qutb); “Beat” (Comité de traductores musulmanes de Ibn Kathir); “Batir” (Shakir); “Castigo” (Khalifa); “Batir” (Sher Ali); y “beat” (Asad, a quien Hathout cita en su artículo). *
En contraste, la redacción de Ali, a la que el activista y abogado Hathout se aferra a pesar de los numerosos traductores que no están de acuerdo con ella y con Ali, invierte el significado llano de las palabras mediante un ingenioso juego de manos lingüístico. Permitimos que eruditos musulmanes acreditados desafíen esta interpretación errónea en la cuarta etapa, a continuación. Pero por ahora muestra hasta qué punto algunos (no todos) los apologistas musulmanes (defensores del Islam) irán para limpiar las duras palabras del Corán.
Contextos históricos y literarios de Sura 4:34.
La segunda etapa en nuestro método exegético es establecer los contextos históricos y literarios de Sura 4:34.
Sayyid A’La Abul Maududi (m. 1979) fue un indo-pakistaní que trabajó arduamente para establecer una teocracia en Pakistán a través del Jamaat-i-Islami. Es un comentarista tradicional muy respetado que dice que esta sura, a su vez titulada “Mujeres”, se reveló en diferentes momentos, pero aún en el período de tiempo de 625 a 626 dC. Muhammad está estableciendo su comunidad musulmana en Medina frente a la oposición y adversidad. Circunstancias, aunque el Islam logra superarlas. El verso 34 encaja en el marco de vv. 1-35, que ve el establecimiento específico de reglas para la familia. Por ejemplo, tras la Batalla de Uhud en 625, en la que los musulmanes perdieron a muchos hombres, Muhammad dice que a los huérfanos se les debe dar su propiedad y no reemplazar sus cosas buenas por malas, lo que significa tratar de manera justa y sabia. con sus activos (vv. 1-6). Además, analiza las reglas para heredar bienes, como que un hijo tenga la misma proporción de dos hijas o que un esposo debe heredar la mitad de los bienes de su esposa, a menos que tengan hijos, en cuyo caso hereda un cuarto (vv. 11). -14). Luego, si las mujeres o los hombres en un segmento de la sociedad musulmana cometen actos lascivos, deben ser castigados, a menos que se arrepientan (vv. 15-18). A continuación, una gran sección trata sobre las reglas del matrimonio, como no casarse con madres, hijas, hermanas, etc. (vv. 19-28). Finalmente, establece reglas contra la codicia y el asesinato, y nuevamente regresa a una ley de herencia (vv. 29-33).
Por lo tanto, es en este entorno familiar donde se ubica el v. 34 objetivo, y Muhammad establece una regla más en el v. 34: cómo lidiar con una esposa rebelde o rebelde (The Meaning of the Qur’an, vol. 1, pp. 297-303).
Interpretaciones de Sura 4:34
La tercera etapa es interpretar Sura 4:34, pero debemos dejar que los musulmanes hablen por sí mismos sobre el versículo problemático, comenzando con las tradiciones más tempranas y terminando con la era moderna.
Tradiciones tempranas
Las tradiciones tempranas confirman que golpear esposas realmente sucedió y fue sancionada en los días de Muhammad y en su comunidad. La violencia doméstica es profunda y temprana en el Islam, contrariamente a la apologética (defensa) de Hathout.
Ibn Ishaq (c. 704-768), un biógrafo de Muhammad, considerado en su mayoría por historiadores modernos (excepto por los milagros y algunas cronologías), resume esta parte del sermón de Muhammad, que fue entregado durante su último peregrinaje a Mecca y escuchado por miles
Tienes derechos sobre tus esposas y ellas tienen derechos sobre ti. Usted tiene el derecho de que no contaminen su cama y de que no se comporten con ternura abierta. Si lo hacen, Dios te permite ponerlos en cuartos separados y vencerlos pero no con severidad. Si se abstienen de estas cosas, tienen derecho a la comida y la ropa con amabilidad. Establezca amonestaciones para las mujeres con amabilidad, ya que son reclusas que no tienen control sobre sus propias personas. (La traducción de Guillaume, p. 651)
Este pasaje revela que Muhammad ve el golpear a las esposas solo en circunstancias atroces, como “abiertamente irresponsable”. También repite el consejo de que los esposos primero deben separarse de esas esposas y solo después aplicar la fuerza física. Por lo tanto, la secuencia en el relato de Ibn Ishaq y en Sura 4:34 se superponen un poco.
Bukhari (810-870) y Muslim (817-875) son dos coleccionistas y editores de hadices (dichos y hechos de Muhammad fuera del Corán) y se consideran completamente confiables. Ellos graban este pronunciamiento preocupante:
Abdallah narrada b. Zama: “Ninguno de ustedes debe azotar a su esposa mientras azota a un esclavo, y luego tener relaciones sexuales con ella en la última parte del día”. Una versión dice: “Uno de ustedes recurre a azotar a su esposa como esclavo y quizás se acuesta con ella al final del día “. (Mishkat, trad. James Robson, tomo 1, p. 688 o Matrimonio, capítulo XI)
¿Este hadiz da permiso o no? ¿Se le permite al marido azotarla, excepto que no sea tan severamente como un esclavo es azotado porque la esposa de un hombre vive y tiene relaciones sexuales con él? ¿O prohíbe azotar por completo? En cualquier caso, no desconcierta, se permite golpear, si no azotar.
Bujari informa sobre este incidente sobre las esposas en la comunidad musulmana primitiva en el contexto de la confusión marital y una extraña ley de nuevo matrimonio:
Rifa se divorció de su esposa, con lo cual se casó con ella Abdur Rahman bin Az-Zubair Al-Qurazi. ‘Aisha dijo que la señora (vino), que llevaba un velo verde (y se quejó con ella (Aisha) de su esposo y le mostró una mancha verde en la piel causada por los golpes). Las mujeres solían apoyarse mutuamente, así que cuando vino el Apóstol de Alá, ‘Aisha dijo: “No he visto a ninguna mujer sufrir tanto como a las creyentes. ¡Mire! ¡Su piel es más verde que su ropa!
Nadie debe dudar de que esto refleja la vida de muchas mujeres en esta comunidad religiosa fundamental. ¿Cómo podría ser de otra manera cuando Alá permite que los esposos golpeen a sus esposas? ¿Permitiría el verdadero Dios tal cosa incluso cuando el Antiguo Testamento no lo hace?
Otro coleccionista y editor de hadices, Tirmidhi (821-894), un estudiante de Bukhari, aunque no tiene un estatus tan alto como su maestro, registra esta tradición:
Usted tiene el derecho, en el caso de sus esposas, de que no permiten que nadie a quien no le guste entrar en sus casas; si lo hacen, repréndalos de tal manera que no dejen una impresión.
El siguiente informe es narrado por Aisha, la joven esposa favorita de Muhammad, con quien se casó cuando él tenía unos cincuenta años y ella tenía unos nueve o diez años (estaban comprometidos cuando ella tenía seis años, consulte este artículo para obtener más detalles). El contexto de la línea muestra a Muhammad escabulléndose de la casa, para visitar un cementerio y orar por los muertos. Aisha lo siguió. Ella regresó justo antes de que él lo hiciera, pero él notó que ella estaba sin aliento y le preguntó por qué. Ella le dijo, y aparentemente temiendo por su vida cuando la vio en las sombras, la castigó. Dice Aisha: “Me golpeó en el pecho lo que me causó dolor” (Muslim, vol. 2, no. 2127). Entonces Muhammad cometió violencia doméstica contra su joven esposa.
La colección de hadices Sunan Abu Dawud también se considera confiable. Este pasaje registra a Muhammad diciendo primero que los esposos no deben golpear a sus esposas (vol. 2, núms. 2139 y 2141), pero Umar, uno de sus principales compañeros, le informó que las esposas se estaban “envalentonando hacia sus esposos”. Muhammad cambió de opinión: … “[H] e (el Profeta) dio permiso para golpearlos”. Sin embargo, las mujeres se quejaron con la familia de Muhammad, pero él replicó: “Muchas mujeres han ido con la familia de Muhammad quejándose de sus maridos. No son los mejores entre vosotros ”(vol. 2, no. 2141).
Este pasaje es muy revelador. Primero, muestra que Muhammad eligió un mal camino a instancias de uno de sus compañeros. Para ser franco, ¿qué tipo de líder es este? En segundo lugar, las mujeres se quejaron, y esto solo puede significar que fueron golpeadas. Pero en lugar de cambiar su política de vuelta a la más misericordiosa, simplemente dijo que estos hombres no son “los mejores entre ustedes”. Tercero, aún debería haber reconsiderado su nuevo fallo. Pero no importa, porque Allah le reveló a Sura 4:34. Esto lo supera todo. Sin embargo, ¿el verdadero Dios enviaría tal práctica?
Antes de dejar Sunan Abu Dawud, deberíamos mirar un hadiz corto, que dice: “Umar b. al-Kattab informó al Profeta … diciendo: “No se le preguntará a un hombre por qué golpeó a su esposa” (vol. 2, no. 2142). Si esta solicitud se realiza en el Día del Juicio o aquí en la tierra, todavía es preocupante. Este es el tipo de pasaje que sorprende a muchos occidentales. Si los musulmanes afirmaran que el maltrato a la esposa era relevante solo para el siglo séptimo, entonces eso podría estar bien, aunque uno tendría derecho a preguntarse si el verdadero Dios diría tal cosa en primer lugar. Pero los musulmanes creen que esta política expresa la voluntad divina de Alá para todos los tiempos y lugares; es necesario para corregir la naturaleza humana, aunque no se envió ninguna orden para que las esposas golpeen a sus esposos para corregir su naturaleza humana.
Finalmente, Ibn Kathir, un respetado comentarista medieval, hace referencia a otro pasaje del editor de hadices musulmán. Muhammad dice esto en su peregrinación de despedida:
Temed a Allah con respecto a las mujeres, porque ellas son vuestras ayudantes. Usted tiene el derecho sobre ellos de no permitir que ninguna persona a la que no le guste pise su estera. Sin embargo, si lo hacen, se les permite disciplinarlos a la ligera … (Tafsir Ibn Kathir, volumen 3, página 446, editor Safiur-Rahman al Mubarakpuri, Riad: Darussalam)
Ibn Kathir nos informa que la “disciplina” implica lo físico. Además, no permitir que alguien a quien un marido no le guste pisar sobre su estera es similar al hadiz anterior que dice que a ningún hombre se le permite entrar a la casa del esposo sin su permiso (vea Tirmidhi, arriba). La cultura árabe difiere de la nuestra, por lo que en el mundo de hoy, esta invitación a un hombre al que el marido no le gusta puede constituir un contacto sexual inapropiado, incluso si el acto no se comete.
En general, las tradiciones más antiguas, que representan a otras, permiten que los esposos golpeen a sus esposas, por lo que las dificultades en Sura 4:34 tienen un contexto histórico adicional y no pueden explicarse más allá de ese punto de vista. La violencia doméstica se encuentra en el corazón del Islam, no en su periferia, contrariamente a la apologética de Hathout.
Cuatro interpretaciones modernas
Ahora podemos recurrir a cuatro comentaristas modernos, que parecen incómodos con Sura 4:34, por lo que reaccionan de diversas maneras para explicarlo. No pueden negarse a que haya descendido de Dios. A veces, esta sección puede ser un poco técnica, pero el lector debe soportar esto porque los últimos tres de los cuatro intérpretes revelan una agenda más amplia para los occidentales desprevenidos que no conocen los detalles del Islam.
Después de describir los dos primeros pasos en el verso mismo (admonición y no tener sexo) y recordar a los esposos que administren los pasos en proporción a la ofensa y que solo lo hagan a regañadientes, Maududi llega al tercer paso, superando:
En cuanto a una paliza, el Santo Profeta [Muhammad] lo permitió a regañadientes y aún así no le gustó. Pero el hecho es que hay ciertas mujeres que no se remendan sin una paliza. En tal caso, el Santo Profeta ha ordenado que no se la golpee en la cara, ni cruelmente, ni con nada que pueda dejar una marca en el cuerpo. (vol. 1, pág. 333, nota 59)
Por lo tanto, las dudas y calificaciones de Maududi en cuanto a la oración en negrita hacen que parezca avergonzado de aplicar esta enseñanza coránica. Sin embargo, él evalúa los hechos a medida que los ve: “ciertas mujeres no enmiendan sus caminos sin una paliza”. Por lo tanto, no se muestra totalmente reacio, después de todo. Seguramente es esta idea arcaica sobre las mujeres la que impregna el mundo musulmán. Sin embargo, incluso si los musulmanes devotos de hoy no llegan tan lejos como Maududi, ¿cómo pueden negar este versículo como está escrito, especialmente porque creen que Dios a través de Gabriel derribó el Corán?
¿Qué piensan dos intérpretes musulmanas sobre este verso? Amina Wadud, profesora de estudios islámicos en el Departamento de Filosofía y Estudios Religiosos de la Virginia Commonwealth University, en su libro Corán y mujer: Leyendo el texto sagrado desde la perspectiva de una mujer (Oxford UP, 1999), ofrece su punto de vista.
No dispuesta a negar la validez de una revelación tan dudosa como Sura 4:34, ella estira la credulidad para sortear las dificultades. Ella simplemente busca en un léxico árabe la palabra Daraba * usada en el verso, que significa “golpear”, y encuentra un contexto que se adapte a ella. Por lo tanto, “golpear” no siempre significa un golpe físico, sino que también puede significar “golpear” en un viaje (p. 76). Sin embargo, esto es un mal uso del lenguaje, ya que el contexto y la intención, cuando son tan sencillos como los de Sura 4:34, deben determinar el significado de una palabra. Por lo tanto, cuando el contexto dice claramente que los esposos pueden “golpear” a las esposas, no significa que los esposos puedan “emprender un viaje”. La navaja de afeitar de Ockham, que dice que la explicación más simple y clara es mejor que una complicada, se aplica a Sura. 4:34, y es por eso que muchos traductores citados anteriormente no están de acuerdo con Wadud.
Por lo tanto, la interpretación dudosa de Wadud indica que ella también, más que Maududi, fluctúa entre aferrarse a Sura 4:34 y prescindir de ella. Su agenda la guía, en lugar de quedarse con el significado claro y claro cuando el contexto y la intención son claros.
Hathout es la segunda comentarista femenina, pero primero debemos desafiar la extraña traducción de Ahmed Ali, ya que sirve de fondo para su interpretación errónea. Basa su cláusula “y se acuesta con ellos (si están dispuestos)” en lugar del “golpeó” más preciso en el mismo razonamiento inestable que usa Wadud. Él también va a un diccionario y elige un contexto que le convenga, señalando que Daraba metafóricamente (palabra clave) significa tener relaciones sexuales, como en su ejemplo “el camello semental cubrió [darab] la camella”. Para respaldar esto Para interpretar, cita el hadiz ambiguo de Bujari y Muslim (ver más arriba) que cuestiona si un esposo debe golpear a su esposa, pero no cita otros hadices claros, como los de Muslim y Abu Dawud (ver arriba). Por lo tanto, los hadices confiables de hecho apoyan golpear a las esposas, contrariamente a lo que afirma Ali en sus notas.
Además, la traducción de Ali no se ajusta al significado claro del resto del verso, y es por eso que debe proporcionar una adición falsa entre paréntesis: “(si están dispuestos)”. Pero esto confunde la secuencia en 4:34 en sí: admonición, no sexo, golpeando. En la secuencia de Ali, en contraste, un esposo pasa de ignorar a su esposa en la cama un momento, a tener relaciones sexuales sin su arrepentimiento (amonestación, sin sexo, sexo). Más bien, las relaciones sexuales ocurren solo después del exitoso proceso de tres pasos para tratar con una esposa rebelde y su arrepentimiento: amonestación, no sexo, golpes, arrepentimiento, sexo. Ningún erudito de renombre niega esta secuencia y el propósito correctivo detrás de ella; por lo tanto, los muchos traductores citados anteriormente no están de acuerdo con Ali, cuya traducción confunde el orden. Así, al igual que Wadud, él extiende su credulidad, ya que el significado claro y no metafórico de Daraba en este verso, no en otros versos en el Corán ni en registros escritos sobre los hábitos sexuales de los camellos en la Arabia del siglo séptimo, es “golpear” “O” golpear “esposas. Su agenda lo guía.
Con la traducción errónea de Ali como fondo, Hathout se aferra a su apologética porque se adapta a su ideología, a pesar de que muchos traductores no están de acuerdo con Ali y ella. De manera reveladora, lo cita sin el paréntesis alrededor de las palabras agregadas “si están dispuestas”. Su omisión confunde al lector desprevenido de que la cláusula es original, mientras que en realidad es suministrada por Ali para suavizar su mala traducción. Como se señaló, de acuerdo con el proceso claro y directo de tres pasos en Sura 4:34, Daraba no significa metafóricamente “tener relaciones sexuales”, sino literalmente “golpear” o “golpear”. La navaja de Ockham debería cortar de nuevo las interpretaciones erróneas complicadas .
Hathout presenta el Islam solo de la mejor manera posible a los estadounidenses, aunque esto implica romper la interpretación natural de Sura 4:34, y aunque muchas otras traducciones de eruditos musulmanes, hadices y comentaristas contradicen la interpretación errónea de Ali y ella. Su agenda la guía. Contrariamente a su tesis de que la violencia doméstica surgió fuera del Islam como una lucha de las élites del poder para controlar las cosas, se han plantado semillas de violencia en el corazón mismo y en el núcleo del Corán y del propio Mahoma. Estas semillas han crecido dentro del Islam; No han sido trasplantados a ella.
Haleem, cuya traducción utilizamos anteriormente en nuestra primera etapa, es el último de nuestros eruditos musulmanes modernos en interpretar Sura 4:34 en su Entendimiento del Corán (2001), págs. 46-55. A diferencia de Wadud, Ali y Hathout, analiza el verso de frente sin forzar el significado natural en uno artificial o enrevesado. Después de explicar el proceso de tres pasos que se encuentra en Sura 4:34 (admonición, no sexo, golpes), concluye que los esposos no deben golpear a sus esposas por ninguna razón ad hoc, de acuerdo con el capricho o arrebato de los maridos, pero solo para el comportamiento indecoroso y obsceno de las esposas (la primera parte del v. 34). Y el golpe se debe usar solo después de los primeros dos pasos correctivos, y solo una vez, a la ligera.
A pesar del excelente método exegético de Haleem que llega a una conclusión honesta pero preocupante (a diferencia de la débil exégesis de Hathout y la conclusión encalada), podemos hacer la misma pregunta que muchos estudiosos musulmanes hacen retóricamente, de acuerdo con su cita: “si la enseñanza coránica en este asunto no es justo y sensato, entonces ¿cuáles son las alternativas? ”(p. 55). De hecho, esta es la pregunta correcta, pero la respuesta de Haleem no alcanza la marca:
Seguramente es mejor recordarle a la esposa su deber, o enfadarse por un tiempo, o incluso golpearla a la ligera, y luego traer árbitros que podrían, si todos los intentos de reconciliación fracasan, gobernar a favor del divorcio [en Sura 4:35 ]. (p. 55)
Sin embargo, una alternativa más aceptable funciona de la siguiente manera: el primer paso (admonición) es acertado; el segundo paso (sin sexo) puede ser sensato, si las esposas están cometiendo actos sexuales fuera del matrimonio; sin embargo, el tercer paso (golpear) es completamente incorrecto e inmoral en todos los casos, no importa cuán poco se administre, por lo que se puede omitir; y los pasos cuarto y quinto en el v. 35 (el arbitraje y tal vez el divorcio como último recurso) son sólidos, aunque el divorcio sería triste. Esta es la alternativa que Haleem y los eruditos musulmanes están buscando: los esposos nunca deben golpear a sus esposas por ningún motivo; Deben sacar el tercer paso.
Omitir el tercer paso de golpear es doblemente importante cuando Sura 4:34 dice que los esposos pueden golpear a sus esposas si temen “abiertamente indiferente” y “astuto”, aparte de si estos dos defectos de carácter están realmente en sus esposas. Esto coloca la interpretación de los defectos de carácter de las esposas en las manos de sus esposos, incluso si un observador objetivo puede aclarar que él o ella no ve defectos en las esposas. Sura 4:34, entonces, abre la puerta al abuso del peor tipo.
Solicitud
Ahora llegamos a la cuarta y última etapa de nuestro método exegético, aplicando el tema de la violencia doméstica en el Islam hasta hoy.
¿Están los musulmanes dispuestos a dar el tercer paso (golpear) cuando está explícito en el Corán?
Haleem y sus citados eruditos musulmanes, como Maududi, Wadud, Ali y Hathout, se muestran reacios a cuestionar la validez de esta revelación del Corán. Como Hathout señala en su artículo, los musulmanes creen que Allah a través de Gabriel derribó el Corán eterno a Muhammad; es una bendición para todas las sociedades de hoy, ya que sus muchos versos reflejan las verdades universales de Allah. Por lo tanto, los eruditos musulmanes no solo están dispuestos a negar la inspiración de tales versos como 4:34, sino también a interpretarlos como adecuados para la Arabia del siglo VII y, por lo tanto, como irrelevantes para hoy. Aparentemente, con una visión tan rígida, absolutista e irrealmente elevada de la inspiración coránica, esto crearía demasiada disonancia cognitiva o shock mental para los musulmanes con una agenda.
Para reformar, sin embargo, uno debe enfrentar los problemas de frente, no pretender que no existen, o explicarlos. Pero si estos eruditos son reacios e incluso defienden o explican los versos sagrados mediante contorsiones lingüísticas no naturales, ¿qué pasa con los musulmanes comunes y, en especial, con los fanáticos? Seguramente ellos también dudarían. La retorcida teología del erudito islámico que sostiene varillas de muestra es el resultado inevitable para los fanáticos, y la violencia doméstica respaldada por la divinidad es el resultado inevitable en el hogar promedio.
Sin embargo, si los musulmanes se muestran reacios a reformar o negar pasajes en el Corán, deben evitar un enfoque dudoso de los occidentales desinformados: nunca deben vender ni blanquear la violencia doméstica y otra violencia en los orígenes y el núcleo de su religión, algunos de ellos. que, como la jihad, el propio Mahoma se involucró, no en la periferia de su religión, como Hathout y Ahmed Ali afirman o implican de manera inexacta. Una agenda para hacer que el Islam, fallas y todo, parezca aceptable para los occidentales está mal.
Y los musulmanes no deberían sorprenderse si los cristianos cuestionan la afirmación de que el Islam y el Corán completan y cumplen el cristianismo y el Nuevo Testamento. A los cristianos se les permite preguntar, sin ser acusados de ser “mal orientados, mal informados o malévolos” (las palabras de Hathout), si Dios enviaría una revelación que promueva la violencia doméstica en un texto sagrado posterior, cuando su propio Nuevo Testamento omita correcta y justamente esta.
Por lo tanto, golpear o golpear a las esposas en Sura 4:34 es un gigantesco paso social y cultural hacia atrás y cuestiona si Dios a través de Gabriel derribó el Corán en el primer lugar tan tarde en la historia, después de que el amor de Dios se mostró a través de Cristo. Nunca dijo que los esposos debían golpear a sus esposas, ni tampoco los autores del Nuevo Testamento.
Jesús salva. Muhammad dice que golpear.
Nota:
* Tres traductores occidentales tienen lo siguiente para la raíz de tres consonantes Drb (Daraba) en Sura 4:34: “azote” (Rodwell); “Batir” (Arberry); y “azote” (!) (Cleary).
Más discusión y documentación sobre este tema:
Sobre la gimnasia lingüística de la mala traducción de Daraba:
Batir o no batir
¿Golpear a sus esposas o “separarse de ellas”?
Otra refutación a un apologista musulmán.
Más información de fondo y contexto para el verso:
El estatus de la mujer en el Islam
Esposa golpeando en el Islam
Una refutación de la “paliza” de Jamal Badawi
La desinformación y las citas erróneas de Jamal Badawi – Parte 2
Prerrogativas del hombre
El artículo Las diez principales reglas en el Corán que oprimen e insultan a las mujeres tienen muchos vínculos en la parte inferior que demuestran varios aspectos de esta opresión islámica en el mundo moderno.