Algunas familias disfuncionales desarrollan patrones malsanos de lidiar con problemas dentro de la familia, y en lugar de lidiar con los problemas reales, elegirán a un miembro de la familia como chivo expiatorio y usarán a esta persona para culpar de todos los problemas. El chivo expiatorio actúa como un desvío.
A menudo, es un niño el que es identificado por abuso físico y / o emocional severo, debido a que otros miembros de la familia identifican a este niño como la causa de todas las dificultades familiares.
No es socialmente aceptable, y no es una enfermedad mental. A menudo no se reconoce que incluso lo estén haciendo los que lo están haciendo, aunque es probable que la víctima se dé cuenta de que está siendo tratada injustamente o que algo está muy mal.
Un cónyuge abusivo o alcohólico suele culpar de su comportamiento a otra persona: “su fastidio me obliga a beber”, o “cuando hace esto o eso me hace perder la paciencia”.
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El chivo expiatorio es una dinámica similar, pero en lugar de que el alcohólico o el abusador culpe al cónyuge, se identifique a un niño como la causa de los problemas de todas las familias. Los hermanos, quizás sin saberlo, también culpan al chivo expiatorio, ya que siendo niños carecen de la capacidad de reconocer que las dinámicas familiares no son saludables y son disfuncionales.