Muchas especies deben ayudar a sus jóvenes a vivir.
El cuidado de los padres por lo general implica alimentación, protección contra los depredadores e instrucción mediante el modelado.
Algunas especies eclosionan mucho después de que sus padres hayan dejado los huevos. Ninguna especie de mamífero nace e inmediatamente se deja valer por sí misma.
La compensación evolutiva es que el cuidado de los padres mejora las tasas de supervivencia de la descendencia individual, pero con compensaciones. Por un lado, el costo de oportunidad para los padres es que habrá un número reducido de nuevos lotes de huevos. Además, los padres gastan mucha energía y se arriesgan a cuidar a sus crías. Además, los descendientes pueden ser competidores ecológicos de los padres para obtener alimentos u otros recursos.
Por lo tanto, el cuidado prolongado de los padres se correlaciona con la necesidad de mantener vivos a tantos de estos descendientes en particular –vs– el plan de “insecto” de producir, luego abandonar, descendientes en cantidades tan grandes que pueden tolerar una alta tasa de mortalidad. Esta es la estrategia reproductiva de muchos invertebrados e incluso cordados inferiores.
Las aves dedican casi toda su vida al cuidado de los polluelos, en comparación con los humanos que dedican alrededor de 20 años a un niño. La razón es que las aves tienen una nueva familia cada año.
Pero como sugiere su pregunta, el tiempo que los humanos pasan como esencialmente indefensos es desproporcionadamente largo. Esta dependencia prolongada del cuidado de los padres para sobrevivir se debe al estado inmaduro del bebé al nacer (que le permite pasar por el canal de parto) y al bajo índice de “instinto a aprendizaje”, que prolonga en gran medida el tiempo necesario. comportarse con habilidades de supervivencia del adulto.
Esta dependencia es la más larga de todas las primates. Ocurrió dentro de los cambios en el comportamiento grupal, ya que los jóvenes se crían en una comunidad estable de edades mixtas, todos los cuales están interesados en la supervivencia del bebé. La exposición del niño a una red de personas mayores permite maximizar el potencial del cerebro grande para aprender y aprovechar su plasticidad (en oposición al comportamiento innato). Esta es una configuración ideal para la explotación de Ambientes novedosos y para el desarrollo de comportamientos novedosos.
En otras palabras, nuestra dependencia juvenil prolongada se correlaciona con nuestro ser tan inteligente.