En primer lugar, permítame extender mi pesar por el hecho de que su matrimonio no haya sido una experiencia feliz para usted. En segundo lugar, me gustaría que comprendiera que una anulación en la Iglesia Católica no es lo mismo que un divorcio (lo que no está permitido), y sería algo que podría ser solicitado por cualquiera de las partes del matrimonio católico. Una anulación es, en términos sencillos, una declaración por parte de la Iglesia de que los contratos / votos matrimoniales no eran válidos y, por lo tanto, el matrimonio careció de fuerza legal y vinculante desde el principio; mientras que un divorcio civil simplemente disuelve un matrimonio válido y vinculante por consentimiento mutuo.
Debe comunicarse con la oficina del Obispo de la diócesis / arquidiócesis local, explicándoles que le gustaría iniciar una anulación y que con gusto trabajarán con usted y discutirán si su matrimonio podría calificar para una posible anulación. (No para desanimarte, pero la mayoría no lo hacen). Sin embargo, debo advertirle que incluso si puede continuar, no será un proceso fácil y rápido y requerirá la cooperación de su cónyuge (si aún vive). El proceso se moverá a través de varias etapas del tribunal matrimonial de la Iglesia, y muchas cuestiones de la ley canónica concernientes a asuntos entre las partes de intención apropiada, estabilidad mental, coacción, engaño, consanguinidad, edad apropiada y no consumación, etc. Se resolverá antes de emitir una sentencia definitiva.
Una nota final importante: si el tribunal otorga la anulación, le complacerá saber que esto de ninguna manera hará ilegítimos a los hijos que haya tenido durante su matrimonio. Bendiciones
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