¿Hubo algún momento en el que perdiste algo, si no todo el respeto que tenías por uno de tus padres?

Cuando estaba en mi último año en la universidad, recibí una carta de mi padre, esto era inusual porque mi madre solía hacer toda la comunicación, como en la mayoría de las familias. En él explicó que acababa de descubrir que mi madre había tenido una aventura con un vecino, un buen amigo de la familia.

Empeoró, el asunto fue con alguien cuya esposa tenía EM y estaba paralizada, se habían estado reuniendo en la casa del vecino mientras su esposa paralizada estaba abajo en su cama de día especialmente convertida.

Perdí todo el respeto por mi madre ese día, pero también en cierta medida por mi padre, tenía 20 años, cientos de millas de distancia, estaba a punto de tomar mis exámenes finales, nunca supe por qué me lo dijo o qué pensaba podría hacer al respecto

Oh hombre. Bueno, trabajé en un museo y en esta reunión de picnic para el personal, este chico guapo y yo realmente nos llevamos bien y lo abracé. Un día o dos más tarde, me invitó a una cita por correo electrónico. Yo estaba muy feliz. Pensé que por una vez iba a una cita con un buen chico educado que tenía un trabajo estable y mis padres se alegrarían por mí. Pero cuando le dije a mis padres que mencioné que se llamaba Mahmoud. Debía haber algo en el fondo de mi mente que estaba ansioso acerca de cuál podría ser su reacción. Mis padres y yo somos blancos y me criaron de manera muy liberal, nos educaron con los mejores principios y nos contaron sobre la historia del racismo en los Estados Unidos y en el mundo en general … pero estaba un poco nerviosa por contarlos. Pensé que decirles que su nombre podría ser una manera de decirles sobre su origen étnico sin decirlo realmente. Cuando pude ver que no lo entendían, me vi obligado a contarles su carrera. Íbamos conduciendo a casa y mi madre dijo con la voz más fuerte, más enojada y más sorprendida que puedas imaginar: “¡¿Es NEGRO ?!” Estaba en shock. Mi corazón estaba latiendo. Yo estaba enojado. Yo estaba triste. Mis padres en realidad estaban en contra de mí saliendo con un hombre negro. No podía creer lo que escuchaba. Después de todo lo que han dicho acerca de lo repugnante que es el racismo, en realidad estaban enojados conmigo por querer salir con este hombre. Ni siquiera querían llevarme a un café para conocerlo. Lamentablemente, él y yo no hicimos ejercicio, pero seguimos siendo amigos mientras trabajé en el museo. Nunca he perdonado a mis padres por su reacción. Perdí mucho respeto por ellos por ese momento y lamentablemente no hay vuelta atrás.

Perdí un gran respeto por mi padre cuando una vez lo vi perjuro en la corte. Estaba en su segundo matrimonio y su esposa, mi madrastra, acababa de dejarlo a escondidas y se había llevado a mi hermanastra junto con ella. Ella había presentado una orden de restricción para su propia protección y había un auditorio para abordar esto (tenga en cuenta que mi padre nunca había sido físicamente abusivo con mi madrastra, pero le preocupaba que pudiera tener el potencial en este punto).

Antes de la audiencia, había varios artículos en la casa que mi papá comenzó a mudarse a la casa de mis abuelos en la eventualidad de que su esposa pudiera regresar a la casa y él tuvo que mudarse a otra parte. Incluidos en estos artículos estaban sus armas de fuego, que eran solo tres escopetas más viejas que tenía alrededor y que nunca usaba para nada. Él movió las escopetas a la casa de mis abuelos el domingo justo antes de la audiencia de la orden de restricción, que estaba programada para el martes de esa semana. En la audiencia, cuando fue interrogado sobre la presencia de armas en su casa, le dijo al tribunal que las había movido tres semanas antes, justo después de que mi madrastra se hubiera mudado.

Sin embargo, la orden de restricción permaneció vigente, por lo que ni la verdad ni la mentira de la cuestión del arma tuvieron relación alguna con el resultado final, pero en ese momento tuve bastante en cuenta la idea de los tribunales como un lugar donde se supone que la verdad debe reinó el hecho de que me avergonzara mucho de mi padre por esto, y me atrevería a decir que el grado de respeto que de otro modo le tenía se redujo permanentemente el día de esa audiencia.