Hay muchas cosas que aprendes y, a veces, te ves forzado a aprender, cuando creciste solo con tus padres y sin hermanos. Por ejemplo, al crecer como niño soltero, aprendí algunas cosas desde una etapa muy temprana de mi vida, en comparación con mis amigos que tenían hermanos mayores o menores:
- Sé cómo estar solo y no sentirme solo.
- Sé cómo manejar toda la atención, buena o mala.
- Sé cómo manejar situaciones con invitados o familiares, por mi cuenta si es necesario.
- Conozco casi todas las tareas domésticas importantes .
- He aprendido a aceptar la responsabilidad por mis propias acciones. No hay nadie para salvarme el culo.
Creo que todo esto viene como parte de ser hijo único, bueno o malo, y ha configurado mi identidad como la persona que soy hoy, de una manera enorme. Y me alegro de que todo me haya pasado.
Sin embargo, la mejor parte de crecer sin hermanos es la dedicación y la atención indivisas que recibes de tus padres 😀 Ya sea tu primer día en una nueva escuela, tu ceremonia de premios, tus compras de cumpleaños, tu primera película en el teatro, sus exigencias irrazonables (a veces), su primera cita, su primer día en la universidad, cuando está enfermo o simplemente cuando se niega a cenar, sus padres le dan mucha importancia a esto 😀
Ahora que he pasado tanto tiempo disfrutando de la atención, la idea de compartir a mis padres con cualquier otra persona me resulta tan repulsiva como compartir, por ejemplo, un compañero. Sé que muchos de ustedes encontrarán esto absurdo, ¡pero toda la idea es tan absurda para mí también!
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Al final, no importa cuánto extrañaba jugar a las fiestas de té con mi hermana o cuánto deseaba tener un hermano mayor que me apoyara sin importar qué, todavía estoy feliz de que mis padres decidieron criar yo como hija soltera Y no lo tendría de otra manera, nunca