Podría ser cualquiera de estas razones:
- No están seguros si eso fue acoso. Cuando sucede, a veces un abrazo amistoso se transforma en un contacto inapropiado.
- Se sienten humillados. Decirle a alguien se suma a esa humildad.
- Temen que no se confíe en hacer una revelación. Cuando el abusador es un miembro de la familia, es difícil hacer creer a todos.
- No saben cuánto tiempo puede durar la evasión. Un miembro de la familia estará presente en los eventos principales y no todos los padres pasarán por una acción legal completa contra el acosador.