Cuando mi hijo tenía aproximadamente 8 años, entró a su habitación y cortó todas sus sábanas con scizzors. El hombre con el que salía en broma dijo: “Bueno, parece que estás criando a otro Charles Manson!” (Más tarde, dejé al novio). A lo largo de los años, me desesperé porque mi hijo, si no se convirtiera en un criminal, probablemente nunca podría vivir de manera independiente y tendría cincuenta años aún viviendo con su mamá: ¡yo! Sin embargo, permanecí allí a lo largo de los años con eventos como expulsión de la escuela, escuelas alternativas, retirándome del colegio comunitario, etc. Ahora, sin embargo, veinticinco años después de cortar sus sábanas, se graduó Magna Cum Laude con su licenciatura. ¡Y un apasionado interés por sanar nuestro medio ambiente! Quédate con tus hijos a través de grueso y delgado!
A medida que los niños crecen, ¿qué hizo algo extraño o extraño que su hijo hiciera cuando era niño y que le hizo pensar que iban a crecer como locos pero que resultaron bien?
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¿A qué edad los niños deberían comenzar a estudiar solos?
A los ocho años, preguntó: “Si un cuadrado en dos dimensiones se convierte en un cubo en tres dimensiones, ¿qué sería en cuatro dimensiones?” Su profesor dijo que parecía que la aritmética era fácil y se ponía nerviosa. No tenía idea de qué hacer con eso. (Google ayudó. Tesseract.)
Obtuvimos un tutor que lo contrató más allá del plan de estudios y él continuó divirtiéndose y sin frustrarse. Y no, no era un prodigio, no completó un grado de matemáticas a una edad ridículamente joven o algo así. Se ha convertido en un ingeniero feliz y sociable.
En retrospectiva, creo que no era una pregunta tan extraña para un niño de ocho años que acababa de conocer la idea de las dimensiones y no estaba lo suficientemente sumido en la convención como para detenerse en solo tres. Tal vez con la actitud correcta, atrapada en el momento adecuado, las ideas “difíciles” en matemáticas y física serían más fáciles para nosotros. Eso sería un buen truco, si pudiéramos encontrar cómo.
Para darse cuenta de que no era el “niño” el que estaba loco, en realidad eras tú el que estaba loco. Piense acerca de esa teoría por un tiempo y profundice en un pensamiento más profundo.