Cada vez que trato de tranquilizar a mi novia, ella parece pensar que estoy tratando de minimizar sus problemas. ¿Qué tengo que hacer?

Prueba esto..

No la tranquilices ni le des soluciones. si has estado haciendo eso

En cambio, cuando ella le cuenta sus problemas, simplemente escuche, escuche y escuche. Deja que lo diga todo. No interrumpir Luego, cuando se detuvo, hágale preguntas sobre lo que dijo y déjele hablar un poco más.

Usted está hablando con su mente consciente cuando necesita hablar con una mente inconsciente. Eso se hace escuchando.

Solo déjala hablar y cuando termine.

  1. Sonreír
  2. Dile que es valiente y sorprendente.
  3. Abrázala y bálala, acaricia su espalda mientras la abrazas.

Solo escucha porque eso podría ser todo lo que ella quiere.

A los hombres nos gusta arreglar las cosas. Nos gusta convertirnos en el caballero. Nos gusta dar algunas soluciones y muchas garantías de una manera que pensamos.

Pero este será un buen momento para escuchar lo que ella tiene que decir y no para solucionar, resolver o tranquilizar utilizando su enfoque consciente.

En su lugar, se trata de … sentimientos.

Entonces, ¿cómo se siente ella?

  1. Sonreír
  2. Dile que es valiente y sorprendente.
  3. Abrazarla y besarla. Y sosténgala fuerte mientras le acaricia la espalda, los hombros.

Intentalo.

Cuando alguien intenta o quiere hablar sobre su problema, la mayoría de las personas piensan que necesitan una solución. Eso no es cierto. La mayoría de las veces las personas solo quieren ser escuchadas. Necesitan que su dolor y agonía sean reconocidos. Y lo que hacemos es todo (como decirles lo buenos que son, lo valientes que son y lo tonta que es la situación y cómo no pueden ver una solución tan obvia) pero reconocemos su dolor.

¿Cuántas veces decimos ‘debe haber sido tan doloroso para usted pasar por eso’, ‘Debe haberse sentido abandonado’, ‘debe haberse sentido tan indefenso’. Hay muchas más cosas que podemos decir para reconocer lo que soportaron y sintieron cuando pasaron por esa experiencia. En el momento en que reconocemos su dolor, comienza la curación. Comienzan a sentirse mejor. Se sienten comprendidos y se establece una conexión muy profunda.

No le respondas cuando dice que se siente demasiado débil o indefensa para enfrentar la situación. Sólo reconoce su impotencia. Si tratas de decirle lo fuerte que ha sido y lo bien que puede manejarlo, solo hará que se sienta frustrada y no haya comprendido lo suficiente. La hará sentir “menos que bien”. La hará sentir que “su dolor y sufrimiento no son lo suficientemente importantes para ser reconocidos”.

La mayoría de nosotros tiene la capacidad de sanar por nosotros mismos. Pero un poco de empatía en el momento adecuado funciona como analgésico y bálsamo para liberar el dolor.