¿Qué pasaría si se casaran dos jefes de estado diferentes?

Gracias por la A2A.

En Canadá, el jefe de estado es Su Majestad, la reina Isabel II, reina de Canadá. Si, Dios no lo quiera, su esposo murió, y ella decidió casarse con el rey de otro país, aparte de la asistencia diplomática a la boda, no tendría ningún impacto en Canadá. Los canadienses no le dicen a la reina lo que puede decir a otras personas o gobiernos. Para ser claros, la Reina tiene una reputación estelar por no compartir confidencias canadienses con nadie más.

Si el líder electo de Canadá, el Primer Ministro, se casara con un líder extranjero (digamos, el Primer Ministro de Alemania), podría (probablemente) resultar en un voto de no confianza, en cuyo caso el gobierno caería y se convocaría una elección.

Ya que no son sociedades feudales, los títulos no son hereditarios y no hay sesgo de género en los títulos, lo más probable es que ambos retengan sus títulos.

Puede haber un gran número de personas en ambos países que se oponen al matrimonio y argumentan que comprometería la seguridad, los intereses, etc. de su propio país y que traería demasiada influencia extranjera.

Además, eso podría ser una preocupación muy válida, pero los oponentes, por supuesto, tratarían de gritarles diciendo que “no, no sería tonto”.

También puede haber varios intentos en uno o ambos países para quitarle el título a alguien que esté planeando una boda mientras esté en el cargo. Otros intentarán encontrar una base legal que impida tal matrimonio.

Sin embargo, una vez casados, los títulos no podían transferirse dentro de la familia ni nada. Una vez finalizado el mandato en el cargo, se acabó. Cualquier influencia que uno de los dos poseyera en el otro cesaría después de que la persona abandonara la oficina.

Muy improbable, al menos cuando están en el poder. Será un desastre político y no se permitirá por constitución en muchos países.

Pero cuando se retiren de la política activa o, al menos, de posiciones constitucionales como el primer ministro o presidente, sería beneficioso para la sociedad y el mundo en general.
Probablemente la tercera esposa de Mandela, Graca Machel, ex esposa de un presidente de Mozambique, pueda arrojar algo de luz sobre ella. Graça Machel: mucho más que una primera dama