Crean una especie de escala moral deslizante para la muerte, donde matar puede ser cualquier cosa, desde un asesinato hasta un acto de heroísmo. Al hacer esto, han separado la guerra del aborto, aunque ambos, en sus mentes, implican matar intencionalmente a una persona.
Te dejaré que averigües la ética de los niños de 19 años atemorizados por el atentado contra la alfombra frente a un simple procedimiento médico.