Incluso cuando se usa un método de control de la natalidad, no es un éxito universal para prevenir embarazos. Algunos métodos son más propensos al fracaso que otros. Tres ejemplos ilustrativos, para no ser considerados un conjunto exhaustivo:
- El “método del ritmo” o “planificación familiar natural” (PFN) es un conjunto de técnicas de precisión variable que se basan en tratar de averiguar cuándo una mujer está ovulando y evitar el sexo durante esos “tiempos fértiles”. Los modos de falla incluyen pero no se limitan a alterar el estrés con la regularidad de su ciclo o el mal mantenimiento de registros.
- Las “píldoras anticonceptivas” son una variedad de suplementos hormonales que se toman por vía oral para regular los ciclos o para mitigar condiciones médicas relacionadas con las hormonas como el acné o la endometriosis. Generalmente muy eficaz; los modos de falla incluyen, entre otros, no tomar las píldoras en un horario estable u otros medicamentos (en particular, la mayoría de los antibióticos) que afectan los efectos anti-embarazo de las píldoras.
- Los DIU son un dispositivo físico (con forma de cruz o símbolo de ankh) que se instala en el cuello uterino, lo que produce una irritación constante en el revestimiento uterino que generalmente lo convierte en un entorno inhóspito para que los embriones se implanten. Generalmente muy efectivo, y no requiere de una memoria continua o un esfuerzo de mantenimiento de registros para seguir siendo efectivo. Existen modos de falla, aunque los mecanismos son oscuros. El obstetra de mi madre le devolvió el DIU después de mi nacimiento, a pesar de que fui concebida. 🙂
Otra razón común por la cual una pareja casada con varios hijos podría concebir repentinamente otra que no esperaban es que en el proceso de la menopausia, puede haber una ovulación extraviada o dos bastante lejos. Algunas parejas asumen que la menopausia está completa. La mujer es estéril, y cesa cualquier vigilancia anticonceptiva previa. En mi familia, estos últimos niños fueron llamados “oops baby”.