¿Qué pasa exactamente por la mente de los padres cuando sus hijos les hablan groseramente o comienzan a ignorarlos?

Primero ira, él o ella siendo arrogante.
Segundo sentimiento, decepcionado, descuidado por la atención mostrada a lo largo de los años.
Tercero perdonador, ya que son, después de todo, su hijo indecoroso y bien conocido.