En los Estados Unidos existen leyes muy estrictas sobre los actores infantiles. Se hacen más estrictos cuanto más joven es el niño.
Ningún niño menor de 6 meses puede ser colocado legalmente bajo las condiciones de iluminación necesarias para el juego. Por lo tanto, siempre tendrá ‘recién nacidos’ que pueden mantener la cabeza erguida y no tiene ningún problema en las posiciones incómodas en las que se encuentra humorístico por alguna razón.