¿Por qué hay tanta gente tan desesperada por mantener a los homosexuales como ciudadanos de segunda clase?

Todavía no he visto una respuesta que no se encuentre en una de estas dos categorías:

1) El sexo gay es asqueroso, así que no me gustan los gays.

2) Mi religión me dice que los gays son malos, por lo que no pueden tener derechos.

Hay mucha superposición y sinergia entre estas dos excusas. Los homófobos se vuelven exaltados por su intolerancia, y los que normalmente no les importan son rechazados por un comportamiento profano.

La Biblia dice que los gays son malos.

Los cristianos obedecen la biblia.

El Corán dice que los gays son malos.

Los musulmanes obedecen el Corán.

Creo que veo un patrón jajaja.

Sólo las personas religiosas y homófobas están en contra de los homosexuales. No hay ninguna razón no religiosa para oponerse a los homosexuales, por lo que los homófobos son homófobos religiosos o pretenden ser religiosos para tener una excusa para odiar.
Ser religioso es prácticamente tener una licencia para odiar discriminar, oprimir y perseguir a las personas por no encajar en su molde mental de cómo deberían ser las personas, especialmente en Estados Unidos, lo cual es irónico dado lo orgullosos que están los estadounidenses de su supuesta separación de iglesia y estado y la constitución ‘sagrada’ que garantiza la igualdad, excepto cuando sea inconveniente para las personas que creen que son superiores, por lo que tienen el ‘derecho’ de hacer que las personas sufran.
Cabe señalar que la atroz ley contra los homosexuales en Uganda es culpa de los cristianos estadounidenses que exportan su odio y sus prejuicios porque no pudieron aprobar una ley similar en los Estados Unidos. También se debe tener en cuenta que, de hecho, intentaron aprobar una ley similar en Estados Unidos recientemente.

La iglesia utiliza mecanismos de exclusión para hacer que los adeptos se sientan más incluidos.

Excluir la homosexualidad solía tener un costo social muy bajo.

Ahora que la homosexualidad está siendo reconocida como una orientación sexual legítima, la posición de las iglesias es insostenible. Los líderes religiosos inteligentes y orientados a los negocios reconocen esto, pero sus seguidores han estado inmersos en el dogma.