Me recuerda un proverbio que leí hace un tiempo que decía que una persona crece tres veces en su vida:
Primero, cuando se dan cuenta de que no son el centro del universo.
En segundo lugar, cuando se den cuenta de que no importa cuánto lo intenten, habrá sueños que nunca podrán lograr.
Y tercero, cuando van tras sus sueños de todos modos, ya que los sueños pueden cambiar en el camino, pero el viaje es lo más importante.