Lo peor que se puede decir a alguien, especialmente a un niño o estudiante, es decirles que no pueden hacer algo.
La motivación es un regalo maravilloso con el que nacen la mayoría de los niños y se les debe permitir hacer lo que les apasiona, al menos para determinar si realmente es lo que quieren hacer.
Los padres que evitan que sus hijos canten, bailen, actúen, manejen un camión, se unan al ejército, tengan aspiraciones que se extiendan hacia el futuro (como declarar a los 5 que quieren volar aviones) deben ser ALENTADOS.
Si el niño está interesado en los aviones, los padres deberían comprar libros, llevar al niño a museos aeroespaciales, explicar cómo se necesita CADA materia en la escuela (y cómo y por qué), y que se requiere buena vista, buenas calificaciones, etc.
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El daño psicológico a los niños a los que nunca se les ha alentado a seguir sus sueños los convierte en adultos que miran hacia atrás y se resienten y nunca tienen la oportunidad de intentarlo.
Pedí AÑOS para clases de guitarra y decidí que después de 6 semanas no era para mí. Ningún daño hecho. Al menos lo intenté. Lo que quería hacer era conducir camiones con remolque y / o unirme al ejército. Mis padres se mostraron tan firmes (incluso después de que traté de alistarme) que miré hacia atrás y me di cuenta de que nada de lo que “quería” hacer (de niño) fue respaldado.
Mi propósito ahora es inspirar a otros a alcanzar las estrellas, y explicar cómo y por qué hacerlo. La pasión es pasión: tiene la capacidad de durar toda la vida de una persona y ayudar con la experiencia y la referencia (una buena o mala lección aprendida en el camino).