El camino difícil: la experiencia con las mujeres. No hay absolutamente ningún sustituto para eso, ninguna cantidad de libros, consejos o entrenamiento puede hacerte un experto para discernir el tipo de señales verbales y no verbales que las mujeres lanzan para expresar lo que piensan de ti.
La forma más fácil: crea un amplio círculo de amigas (y hombres), crea incentivos suficientes para que te mantengan al tanto de los chismes femeninos sobre ti. Este me funcionó durante años y continúa trabajando incluso hoy.