Mi hermana menor:
Me encantaba rascarme trozos de piel de mi brazo cuando ella no se salía con la suya. Lanza rabietas a su antojo. Disfruta de la atención robada de nuestros padres. Encuentra mis intereses y los retuerce para que se conviertan en los suyos, de la manera en que solo un niño de doce años puede hacerlo. Necesita todo para ser sobre ella. Asustada de estar despierta la última, así que me quedo despierta hasta que ella se duerme. Se acurruca en mi cama cuando nuestra hermana mayor y nuestros padres están peleando, pero volverán a insultarme por la mañana. Eligió el chillón morado que pinta nuestra habitación compartida. Pide ayuda con la tarea pero no quiere ayuda, solo contesta. Me presta mis calcetines y nunca los devuelve. Canta a Taylor Swift mientras le pinto las uñas. Ríete de mis comentarios mordaces susurrados sobre las acciones de nuestro padre. Odia estar atrapado en mi sombra. Me enfada cuando llamo escopeta. Odia mi yogurt de soya pero se lo come de todas formas. Me ofrece leche de plátano aunque soy intolerante a la lactosa. Roba mis mentas. Actos sorprendidos cada vez que horneo sus galletas de mantequilla de maní favoritas después de horas de suplicarme que lo haga. Ponga su alarma para que suene cinco minutos antes de la mía todas las mañanas, solo para molestarme. Pide que se me permita tomar un día fuera de la escuela y venir a verme al escenario en la ceremonia de entrega de premios. Puestos selfies poco halagadores de los dos. Vacía mi cesta de lavado si estoy haciendo la tarea. Al azar me abraza.