¿Alguna vez has amado a alguien y no le has dicho que lo amas? ¿Te arrepientes?

Sí, lo lamento cada segundo.

Ella era mi junior, fueron sus ojos los que me hicieron enamorarme de ella. Todavía recuerdo el día en que me dijo que había entablado una relación con alguien, que era demasiado tarde para decirle que realmente la AMO.

Sí, había muchos. Nunca se lo conté a un sacerdote (unos 10 años mayor que yo), a un profesor / profesor (unos 8 años mayor que yo), consejero (unos 2 años mayor que yo), un amigo mío que quería ser sacerdote ( aproximadamente dos años más joven que yo), instructor de coro (unos 9 años mayor que yo). Hubo un tiempo en el que lamenté no haberlo dicho, pero ahora sé que no fue amor. Me atrajeron no realmente a ellos sino a su apariencia.

No se lo diría a una persona que no me ama ni aprecia mi presencia. Decir que te tengo puede ser fácil. Pero no son las palabras las que pueden probar el amor. Es acciones.

Sí. Y sí me arrepiento. Si lo dices, incluso si te rechazan, no te acosará la pregunta “¿Qué pasaría si?” Es una lección terrible que aprender.