En mi experiencia de criar a cuatro hijos, ahora de 11 a 21 años, una lección clave que les ha ayudado a crecer con éxito y con menos dolor, es que sus decisiones son propias. Todo lo que hacen (incluso aquellas cosas que sienten que “tienen que” hacer) son en realidad elecciones que están haciendo por sí mismos.
Eligen hacer su tarea porque es bueno para su futuro.
Eligen ser honestos incluso cuando se meten en problemas porque se siente bien ser honesto (y se siente mal ser deshonesto).
Eligen seguir las reglas de la casa porque les gusta ser parte de una familia. Se preocupan lo suficiente por los miembros de su familia para mostrarles respeto y consideración.
- ¿Cuál es el comportamiento típico de un bebé de 6 meses?
- Soy tu gran fan, mi hijo de 10 años no lo es, ¿cómo puedo convertirlo en uno?
- ¿Cuál es la importancia de los juguetes en el desarrollo de los niños?
- Como ser un buen padre
- ¿Qué factores contribuyen al comportamiento de un niño de 9 años?
Este enfoque de la vida pone al niño a cargo de su propio destino y felicidad. Seguro que hay momentos en que no querrán hacer algo, o no les gusta cómo se siente una situación. Pero saber que está tomando decisiones por sus propias razones le impide sentirse como una víctima. Y le refuerza a su psique que las cosas pueden cambiar. Si no está contento, hay cosas que puede hacer para cambiar su situación.
Una de las causas del aumento de la depresión entre los jóvenes es la sensación de que las cosas están arregladas, de que no cambiarán, de que sentirse mal ahora significa que se sentirán mal para siempre. Además, tienes a esta generación de niños criados por padres de helicópteros que no conocen sus propias habilidades y que pueden tomar decisiones por sí mismos. La forma de aumentar la autoestima y encontrar satisfacción contigo mismo, es saber que tienes el control de tu propia vida, que la vida tiene sus altibajos y que, por lo tanto, puedes mejorar tu sentido de bienestar a través de tus propias elecciones.