No sé si está “bien” que lo odies, pero probablemente es bastante común. Sientes que la gente te está midiendo al mirarlo, y sientes que tu familia espera que lo cuides cuando prefieres estar tan lejos de él como puedas.
Ese no es el tipo de cosas que te hacen ser elegido para la santidad, pero no muchas personas son santos.
En cuanto a si se le permite ser malo con él, creo que tendrá que darse cuenta de que la respuesta es no.
Es realmente difícil tratar con personas que son emocionalmente diferentes, especialmente cuando no escuchan lo que piensas que son las cosas educadas que decir. Lo que probablemente debes hacer es resolver con tus padres cuáles son las cosas apropiadas que debes hacer cuando necesitas alejarte de él sin decir algo como: “¡Piérdete, estúpido!”
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A menudo hay señales o trucos especiales que utiliza una familia. Por ejemplo, podría esconder una bolsa de plástico de galletas debajo de su almohada en la mañana. Luego, después de haber pasado media hora con él después de la escuela, puedes decir: “Oye, Bobby, ¡hay galletas debajo de tu almohada en casa!” Algo así podría ser más efectivo que ser malo y hacer que no te sientas tan mal contigo mismo al mismo tiempo.
Tenía una hermana que era retrasada, y cuando no quería bañarse, le prometíamos que después de su baño podría sentarse en su mecedora en el porche delantero. SIEMPRE funcionó.