Nosotros los humanos somos codiciosos. No apreciamos las cosas que tenemos. Damos todas las cosas por sentado. A fin de que sean pequeñas, nos resulta difícil apreciar su belleza.
Todos los días nos encontramos con muchas cosas buenas. Creemos que es común y lo vemos todos los días, así que no admiramos su belleza.
El aire que respiramos. El agua que bebemos. El lugar donde vivimos. No admiramos. Y solo apreciamos cuando no tenemos
Tu mejor amigo te dejó. ¿Lo respetabas cuando estaba contigo? Lo amabas como él te amaba a ti. No, y sé que te sientes mal.
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Si las cosas buenas duran para siempre, apreciaremos lo buenas que fueron.
Tu madre se despierta temprano por la mañana y te prepara comida.
¿Alguna vez has apreciado?
Qué sabrosa y sana era la comida.
Y luego, sin duda, un día teniendo comida desordenada te das cuenta.
Somos demasiado afortunados para estar seguros en nuestra casa. Escalofriante
Pero, ¿sabes qué está pasando en Siria? ¿Qué están pasando las personas?
Todavía encuentran la felicidad en algunas cosas u otras.
Entonces, ¿por qué no podemos amar las pequeñas cosas que tenemos y matar el deseo no deseado que nos entristece? Y ser felices.