Cuando un bebé nos sonríe, para la mayoría de nosotros, nuestros corazones se derriten. Para ti, ¿hay algún otro evento así?

Cuando mi abuela de 69 años aprende a navegar por YouTube para ver sus jabones diarios y me pregunta cómo hacerlo, mi corazón se derrite.

Cuando mi mamá comenta en mi muro de Facebook pidiéndome que estudie, mi corazón se derrite por la preocupación de que me muestra estar en línea.

Cuando mi hermano que reside en los Estados Unidos dice que me echa de menos, mi corazón se derrite.

Cuando peleo con mi papá y la forma en que trata de tranquilizarme, todo se derrite.

Cuando mis amigos dicen lo orgullosos que están de mí, mi corazón se derrite.

Cuando las personas confiesan lo que les gusta de mí o lo que no, mi corazón se derrite.

Y, sobre todo, mi corazón se derrite más cuando una pizza de estallido de queso se derrite en el paladar y la quema. * _ *

Básicamente, cualquier momento que mueva tu alma derrite tu corazón. 🙂