Idealmente, la afiliación religiosa es algo que se discute antes de casarse o al menos antes de que nazca su hijo porque una división en la religión puede romper un matrimonio. Sin embargo, algunas personas lo dejan en el último minuto o cambian de opinión sobre su religión a lo largo del tiempo, en cuyo caso se convierte en un diálogo continuo. Como la mayoría de las cosas en el matrimonio, es negociable.
Hay muchas opciones para elegir, incluyendo:
- Ninguna religión o comunidad organizada
- Comunidad secular
- Religión atea
- Religión de conveniencia o región.
- Religión del padre más devoto.
- Religiones alternas
- Mezcla de religiones
- Religión en la que ninguno de los padres participó originalmente
También se puede variar la devoción y la frecuencia con la que se participa formalmente. Las opciones que los padres elijan dependen de los padres involucrados y de la importancia de sus religiones en sus vidas.
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