Me sorprendió la primera vez que escuché a una amiga decirle a uno de sus hijos que era su hijo favorito. ¡No se supone que tengas favoritos!
Me sorprendió cuando ella le dijo a otra persona que ELLOS eran sus favoritos … pero es un secreto … no se lo digas a los demás.
Me divirtió, y finalmente entendí, cuando un tercer hijo también era su favorito.
Ella les dijo a TODOS sus hijos, que eran sus favoritos … pero es un secreto … no se lo digas a los demás. Lo que por supuesto, lo hicieron. Todos sabían que ella lo decía a todos. Pero todos se sintieron favorecidos, conocidos, amados y apreciados … por lo menos por un instante.
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