La mayoría de nosotros siempre pensamos que estamos enamorados de la ‘persona correcta’ al principio, porque nuestro juicio está abrumado por nuestras hormonas: cuando estamos ‘enamorados’, tendemos a pasar por alto lo malo y exagerar lo bueno que vemos en ‘ese otro’.
Cuando las hormonas se desgastan, la realidad que vemos no siempre es feliz, por desgracia. Pero entonces, a veces, tenemos suerte; )