Sí. Solía trabajar como asistente social para una agencia de cuidado de crianza, y vi que sucedía al menos una vez.
En este caso, los padres de un recién nacido eran muy jóvenes, (19 y 21), e hicieron una broma de mal gusto.
Como un anuncio de nacimiento, la pareja puso a su bebé en un molde para pan y la colocó en el horno abierto, con el título.
“El Bollo está fuera del horno”.
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No es la mejor broma del mundo, pero no criminalmente negligente. Al menos uno de sus seguidores en las redes sociales se mostró en desacuerdo y llamó a la agencia de protección infantil. El niño fue quitado a los padres porque el trabajador social que fue a investigar olía a marihuana en el hogar.
Esto provocó que los padres tuvieran que pasar por un programa de rehabilitación ambulatoria de 30 días y clases de crianza, lo que hizo que perdieran su empleo, y la vivienda, lo que a su vez provocó retrasos en el regreso de la niña a su hogar, ahora completamente inestable. Mientras tanto, la niña fue colocada en dos hogares de acogida diferentes.
Para resumir, les tomó 5 meses recuperar a su hijo. Todo debido a una broma que salió mal.
Fue triste para mí. Creo que podrían haber mejorado el entorno de la niña sin alejarla de sus padres, simplemente ofreciendo servicios a la joven pareja en su hogar. En cambio, se interrumpió el tiempo de unión muy importante entre padre e hijo. Pienso en esos niños a menudo, y espero que todo esté bien.