¿Deberían los niños crecer sin mitos?

¿Deberían los niños crecer sin libros?

¿Qué hay de las películas o la televisión?

¿Qué hay de cuentos para dormir de su mamá o papá?

¡Los mitos son historias! Hay ideas importantes sobre cómo las personas, la sociedad y la vida en sí funcionan ocultas dentro de los mitos.

Además, la mayoría de las personas en el mundo escuchan mitos mientras crecen, por lo que privar a un niño de su conocimiento podría dañar seriamente su capacidad de tener un banco compartido de conocimiento común con la mayoría de las otras personas dentro de su cultura.

Por último, pero no menos importante, los mitos son muy entretenidos, como las antiguas novelas de páginas giratorias. ¿Por qué niegas a los niños algo así?

¿Qué? ¡No!

Los mitos son impresionantes. Son la primera manifestación de lo que hace que los seres humanos sean especiales: compartir información entre generaciones.

Piénselo: algunos de esos mitos se han transmitido de padres a hijos durante miles de años, y describen los problemas, pensamientos e ideas de personas muertas desde hace mucho tiempo, cuyos nombres murieron y fueron enterrados.

Yo era un nerd de la mitología cuando era niño. Disfruté enormemente leyendo cómo el inteligente Ulises engañó a los cíclopes, cómo Perseo derrotó a Medusa y cómo Aquiles se volvió invulnerable al ser retenido por sus talones en un río mágico.

Estaba fascinado por los truenos, los hombres lobo, las hidras, las sirenas, los dragones y otras criaturas míticas, y no pude evitar admirar a Quetzalcoalt, la serpiente alada gigante.

Esos mitos fueron los que fomentaron mi amor por la lectura y, en cierto modo, por la ciencia. Me hicieron pensar: ¿qué pasaría si X existiera? ¿Por qué demonios querría Zeus hacer eso?

Hoy en día, todavía disfruto de los mitos. Fueron una parte vital de mi infancia.

Son, al final, historias que, de alguna manera, vivieron en nuestra sociedad durante miles de años, sobreviviendo a las civilizaciones que las fomentaron.

No hagas crecer a los niños sin ellos.

No, infierno no.

Hay un culto religioso por ahí llamado los Testigos de Jehová que ya agotan la alegría de vivir al no permitir que sus miembros celebren nada. No Navidad, No Pascua, No Acción de Gracias, No cumpleaños, No 4 de julio, nada. Los niños pobres de ese culto ni siquiera pueden tener amigos que no sean testigos de Jehová. Crecen solos y alejados.

¿Realmente quieres que un niño sufra así? Papá Noel trae alegría y felicidad. La Hada de los Dientes trae dinero por los dientes perdidos. El conejito de Pascua trae jalea y chocolate. Los niños no son estúpidos, saben que todo es hacer creer y divertirse. Que tengan su alegría y diversión.