Cómo controlar a mi hijo de 18 años.

La mejor manera que he visto consiste en mantener al joven ocupado, en áreas donde, naturalmente, uno debe sentirse como comprometerse. La carga de uno con lecciones, nuevas habilidades, trabajo, etc. se puede planificar de manera tal que el resultado del trabajo de uno sea de gran valor para uno mismo. La responsabilidad, la libertad de experimentar y el placer de ver magníficas recompensas por el esfuerzo de uno, pueden actuar como incentivos.

Sencillamente, no puedes controlarlos. Lo sé, lo intenté. Pero hay esperanza, puedes guiarlos pasivamente.

Se ven a sí mismos como adultos y como adultos sienten que pueden hacer lo que quieran. Desafortunadamente, no entienden completamente la responsabilidad que conlleva ser un adulto. Entonces, cuando mi hijo cumplió 18 años, le asigné su propio conjunto de responsabilidades y etiqueté las consecuencias que se habilitarían si no se cumplieran sus responsabilidades. Tenía control sobre ciertas cosas, como si él podía obtener su licencia de conducir y, lo más importante, el control sobre la caja del panel (suministro eléctrico a su habitación).

Tenga en cuenta: Mi hijo desafió todas las reglas que establecimos para él, pero él tampoco recibió viajes en cualquier lugar, no tenía electricidad en su habitación y nos negamos a traerlo para obtener su licencia. También cosas como, si no está aquí a la hora de la cena, se las arreglará por sí mismo. Si no lava su propia ropa, simplemente no tendrá nada que ponerse. Si vienes a casa demasiado tarde, no podrás entrar.

Después de un tiempo, comenzó a hacer las cosas que necesitaba hacer solo porque sus amigos se burlaban de él por usar ropa impopular o sucia, sus amigos no querían venir porque no podían salir a ver la televisión o jugar. videojuegos. Sus amigos tampoco querían llevarlo a todas partes y se gastó la bienvenida estrellándose en las casas de todos los demás.

Así que se rindió. Ahora es muy respetuoso, servicial y agradecido por lo que hacemos por él. Fue duro pero funcionó.

Sé agradecido por lo que tienes o por lo que vives.

¡Justo ahí contigo!

Entonces, mi hijo tiene casi 21 años y juro que su mentalidad y madurez son más como 16 a veces. Es muy frustrante y continuamente quiero asumir el control y hacer que haga las cosas correctamente. ¿Sabes lo que me ha estado metiendo? Argumentos, sentimientos duros, y una relación más tensa! ¿No suena divertido, verdad? Entonces, estoy aprendiendo de la manera difícil que tengo que dejar ir y dejar que Dios lo maneje. Tengo que tener fe en que Dios tiene un plan increíble para él y que a veces él va a arruinar y aprender de sus errores. Así que respira hondo, di muchas oraciones y deja que crezca. ¡Buena suerte!