Para ser justos, creo que el término “tóxico” se ha convertido en un término general para cualquier persona que no nos guste particularmente o con quien simplemente no vemos cara a cara.
Y, dados esos parámetros, todos podríamos ser vistos como tóxicos. Demonios … pasa suficiente tiempo conmigo y podrías considerarme tóxico.
…pero lo dudo.
Si las personas de las que habla son verdaderamente tóxicas y el simple hecho de estar en su presencia presenta (Hey … ¡eso es un homófono!) Angustia psicológica indebida, entonces sí, la evitación es probablemente su mejor estrategia.
- Le cuento todo a mis padres, ¿cómo dejo de hacer esto?
- ¿Cuáles son los mejores regalos hechos a mano que se pueden dar a las personas que amamos (padres / hermanos / amigos)?
- ¿Está mal odiar a mi hermanita?
- ¿Cómo trata un adolescente a un padre sádico?
- Si un miembro de la familia, un amigo o un extraño te atrapa desnudo, ¿cuánto te molestaría?
Pero, como cuestión práctica, aprender a lidiar con personas tóxicas es una estrategia a largo plazo mucho mejor y más práctica.
Las personas verdaderamente tóxicas están reviviendo constantemente una experiencia dolorosa de su pasado y no han aprendido cómo responsabilizarse efectivamente por su comportamiento. Como resultado, son rápidos para utilizar una situación de grupo como plataforma para su victimización, intimidación, martirio, etc.
Sin embargo, es importante recordar que estas personas solo tienen poder si otras personas contribuyen a su drama. Y, aunque ignorar a alguien que aparece como un imbécil completo puede ser un desafío (especialmente si están borrachos, físicamente imponentes o ambos ), no es imposible.
Luego, por supuesto, siempre existe la posibilidad de que se quede “atascado” en un automóvil o en una mesa con una de estas personas. Pero, nuevamente, solo tienen el “poder” sobre ti que les permites tener.
Recuerda, también, que el conocimiento es poder. Su necesidad subconsciente de atención (inapropiada) no tiene nada que ver contigo, así que no lo tomes como algo personal.
Los DP (personas difíciles) están en todas partes. Y, si bien puede intentar evitarlos, su capacidad para aprender a manejarlos no solo le dará poder, sino que también hará que muchas situaciones al azar sean más tolerables y, me atrevo a decir, incluso placenteras.