Hola, mi nombre es Lesley y soy el padre de un niño obstinado de cuatro años.
Empecé a notar signos de terquedad hace unos dos años. Al principio no me di cuenta de que era un problema, pero luego se puso más y más terca.
Probablemente debería mencionar que tengo un historial familiar de terquedad.
Yo era terco como un niño. También soy terco como adulto, si pienso en ello.
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Creo que el primer paso es admitir que tienes un problema. Entonces puedes obtener ayuda, y confía en mí, no puedes hacerlo solo. Resulta que hay mucho por lo que ser terco en un día determinado.
Levantarse.
Ir a la cama.
Vestirse.
Desvestirse.
Lavando los dientes.
Desayunando.
No conseguir el plato rosa.
Casi cualquier situación en la que le pida a su hijo que haga algo (o que no haga algo) les brinda la oportunidad de ejercer su obstinación.
Comencé a obtener ayuda leyendo el libro Boundaries with Children by Cloud y Townsend. Esto brinda excelentes maneras de lidiar con la terquedad, mantener la calma y permitirles experimentar las consecuencias naturales de sus decisiones.
También tengo un amigo con quien puedo interrogarme cuando las cosas se ponen realmente difíciles.
Mi esposo y yo también intentamos presentar siempre un frente unido, y nunca negociamos con terroristas. Si mi pequeña y obstinada novia tiene un berrinche, ella garantiza inequívocamente que no obtendrá lo que quiere.
En un mundo ideal, trato de darle a mi niña obstinada dos opciones (más que eso, y ella se siente abrumada). En realidad, se cruzó de brazos, pisa fuerte y grita: “¡Ninguno!”
Cuando ella escoge “ninguno”, yo (en mi mundo ideal) le digo con calma que si ella no puede elegir, entonces elegiré por ella. En realidad, esto suele ser cuando ella se tira al suelo y comienza a llorar y patear.
¿Mencioné que uno de mis apodos cuando era niño era Thumper por esta razón precisa?
Me consuelo con dos pensamientos:
- Fui terco y salí bien como adulto; y,
- Si ella es tan decidida y fuerte, no es probable que sea el tipo de persona que sucumbe a la presión de sus compañeros.
Buena suerte moldeando y guiando a tu pequeño de cuatro años.