¿Ellos? ¿Quién lo dice?
Nunca he considerado que fuera dueño de alguna parte de mis hijos. Ellos son su propia gente. Lo mío es amar, y hacer todo lo posible para protegerlos y apoyarlos tanto como sea posible, pero a los suyos en cuerpo, mente y espíritu. Al igual que los niños de todos, en todas partes.