Si tuvieras 18 años, en los días previos a la enseñanza de la educación sexual en las escuelas, sería difícil conseguir libros sobre el tema y todo el tema era tabú. Soy asistente de atención en un hospital y he escuchado estas historias de mis pacientes ancianos.
- Ojalá la madre me contara un poco sobre los periodos. Cuando el mío comenzó, le dije que estaba sangrando ‘abajo’. Ella solo actuó sorprendida y ni siquiera dijo que sería algo que sucedería todos los meses o qué hacer. Me dejaron descubrir que era normal por mí mismo.
- Lo único que mi madre me contó sobre mi noche de bodas, es que era mi deber hacer lo que mi esposo quería.
- Cuando estaba embarazada, le pregunté a mi esposo: “¿Cómo sale el bebé?”. Me dijo que salía de la misma manera que entró.
- Hay otra historia sobre una pareja que acudió a un médico para descubrir por qué la esposa no había quedado embarazada. Resultó que ella era virgen. A la pareja le habían dicho que nunca debían dormir juntos antes del matrimonio. Pensaron que dormir juntos era todo lo que tenían que hacer.