Aquí están los pensamientos que primero vienen a mi mente:
- Las tradiciones pueden promover la diferencia.
- Cada niño merece sentirse diferente / especial / único, y las tradiciones de nuestra familia, cultura o área contribuyen a nuestras diferencias.
- Es bueno aprender a tolerar las diferencias, por lo que tener tradiciones diferentes es bueno porque brinda una oportunidad desde una edad temprana para practicar cómo aceptar adecuadamente las diferencias de los demás con respeto en lugar de la risa o el desprecio.
- Las tradiciones también pueden promover la unidad.
- Las tradiciones pueden promover el sentimiento de pertenencia a un grupo con una tradición compartida.
- Algunas tradiciones son tan comunes en una sociedad, como los árboles de Navidad, que si un niño no aprende acerca de ellos, no podrán entender el comportamiento de los demás en su comunidad.
Por supuesto, estas son las razones por las que creo que los niños deberían aprender sobre las tradiciones. También creo que es cierto que cuando son adultos, cada adulto tiene derecho a evaluar las tradiciones de su educación y las razones detrás de ellos, y optar por rechazarlos o cambiarlos si no encajan.