¿Cuál es la mayor medida en que un padre ha tratado de modelar a sus hijos después de ellos?

No estoy seguro de que esto responda exactamente a la pregunta, pero Todd Marinovich era un famoso jugador de fútbol americano en la década de 1990, y su padre había controlado casi todos los aspectos de la vida de Todd para asegurarse de que se convertiría en un gran jugador de la NFL. Su padre había jugado en la NFL, sabía sobre el entrenamiento y las prácticas de alimentación para asegurar una fuerza óptima, etc. No le permitía a Todd comer comida rápida, entre otras restricciones.

Los detalles completos se presentan en la película “El Proyecto Marinovich”, pero la versión corta es: tan pronto como Todd estuvo fuera del control de su padre, perdió el control de sí mismo. Partió, consumió drogas, no estuvo a la altura de su potencial y se retiró de la NFL de manera poco gloriosa.

La única razón por la que diría que esto no responde exactamente a la pregunta es que el padre de Todd en realidad estaba tratando de “mejorar” en sí mismo, no en modelar a Todd después de sí mismo. En otras palabras, la idea era que Todd Marinovich sería Marv Marinovich 2.0 … con nuevas características y menos errores.

Voy a dar lo que la mayoría consideraría una respuesta poco convencional a esta pregunta.

Aunque no es un “padre” en el sentido tradicional, “… Dios amó tanto al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna”. Dios amó a su creación, la humanidad, tanto que envió a su Hijo, Dios el Hijo, a morir una muerte tortuosa, a recibir el castigo que merecíamos por el pecado, ya conquistar tanto el pecado como la muerte a través de la resurrección, para que podamos ser “hechos la justicia de Dios en Él “y se” conforme a la imagen de Su Hijo “. La Biblia llama a nuestra aceptación de Jesús y su muerte, sepultura y resurrección “nacer de nuevo”. No puedo pensar en una transformación mayor o más poderosa.

Tan horrible como este mundo y esta vida a veces es, la herencia del cristiano es segura. Nuestro tesoro está “guardado en el cielo” donde “ni el óxido ni la polilla se corrompen, y donde los ladrones no penetran y roban”. Algunos han dicho que la vida viene sin libro de instrucciones; Sin embargo, Dios realmente nos ha dado uno. Él no lo impone a nadie, pero a aquellos con corazones abiertos y mentes dispuestas, Él nos ha dado la Biblia, la más grande y profunda sabiduría que jamás se haya conocido. Y en él, Él instruye a los creyentes a “no ser conformados a este mundo, sino ser TRANSFORMADOS por la renovación de su mente, para que puedan probar lo que es esa buena voluntad de Dios, aceptable y perfecta”.

Como seres humanos, incluso aquellos de nosotros que somos creyentes, a menudo fallamos. No somos perfectos. Pero somos perdonados. Nuestros fracasos no son un reflejo de Dios, sino de nuestro propio fracaso para reflejar perfectamente su imagen. Ningún padre humano podría hacer o dar más, ni tan completa y perfectamente.