Kate, mi única hija, comenzó a jugar con crayones y marcadores y como si fueran otras criaturas sapientes cuando ella tenía dos años. A ella no le importaba lo que realmente tenía o hacía, para ella, eran otras criaturas vivas, en su imaginación.
Títeres, ya sabes, nunca he visto a un niño muy pequeño jugar realmente con un títere qua títere. Miran títeres, incluso pueden ser hechizados por títeres, pero la idea de que el títere estaba “vivo” cuando una persona lo tenía y ahora es su turno de hacer que esté “vivo” de nuevo, es algo que tienen problemas para superar hasta la edad seis o siete Y para entonces, las marionetas ya no son tan geniales como los juegos de computadora.