Cuando sea tu turno de tomar el estrado, puedes decir tu lado. También será de ayuda si tiene testigos a los que llamar o evidencia para presentar que respalde su lado.
Si puedes desacreditar cualquier parte de su historia, puede ser una pequeña victoria. No empieces a gritar “¡Eso no es cierto!” aunque. Hay un procedimiento judicial a seguir. Cuando sea tu turno de hablar, explica la situación.