Los niños pequeños generalmente comienzan a tener un arrebato emocional alrededor de la edad de dos años (una fase de desarrollo importante). Por lo general, dura hasta que son alrededor de tres, pero puede extenderse un poco más.
Razón: los bebés observan a las personas e intentan imitar lo que los adultos intentan hacer. La frustración de no poder hacer esto por su cuenta, junto con la necesidad de exigir a un adulto que lo haga, da como resultado un arrebato emocional.
Hay algunos consejos para lidiar con este tipo de comportamiento:
- Déles opciones fijas (las opciones los frustrarán más)
- Mantenga un estilo de vida saludable para el bebé (la falta de sueño o de comida los hará más malhumorados)
- Refuerzo positivo (recompensarlos por buen comportamiento)
Sobre todo, ¡ten un poco de paciencia! Todo saldrá bien.
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