Hay familias tanto buenas como malas. Si la persona se queda en casa porque quiere estar con sus hijos, entonces eso es genial, pero si lo hacen por obligación, los niños pueden sentir su falta de alegría al quedarse en casa.

Si alguien es un mejor padre que regresa al trabajo, entonces hágalo. Si quiere quedarse en casa y tener los medios para hacerlo, entonces eso también es una bendición.

Los niños necesitan amor, comprensión y límites. Si esos aspectos están ahí, entonces el resto es una preferencia social para mí.