Debido a que la paternidad a la antigua usanza a veces era dura y nos dijeron que este tipo de crianza asustaría a los pequeños maricones de por vida. Ahora tenemos toda una generación de niños que esperan recibir un trofeo de participación por todo lo que hacen y no tienen respeto por sus padres ni respeto por los demás. Es todo yo, yo, yo!
Espero que la tendencia vuelva a la obediencia a cualquier costo mental. No todo, claro, solo un feliz equilibrio en el medio en algún lugar.