Suena más como si proyectaras tu falta de orgullo en ella. La pregunta revela que esto es lo que ves que importa, y por lo tanto, así es como es. Es su realidad debido a tu percepción.
La pregunta debería haber sido: ¿Cómo motiva a una niña de 14 años con TDAH a mejorar sus calificaciones escolares?
El hecho es que la única forma en que su hija puede mejorar sus calificaciones escolares es que alguien le enseñe a disfrutar de su aprendizaje y le dé una razón por la cual el material en cuestión es emocionante.
Su cerebro naturalmente esponja información. El TDAH tiene que ver con el cerebro que intenta satisfacer su necesidad de dopamina. Leer y aprender es algo que realmente puede ayudarla a canalizar la energía de su cerebro. Pero, el sistema escolar enseña a los niños a recordar cosas y luego a recordarlas en una prueba. Sencillamente, no es así como funcionan los cerebros de TDAH y eso es lo que está en el centro del problema (supongo que en gran medida). La información debe compartirse de manera emocionante, se le debe dar una razón para el proceso de aprendizaje y estas razones deben estar relacionadas con la información en sí. Como tal, “tener mejores calificaciones” no es una razón.
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Puede ser una buena idea tratar primero de observar su comportamiento cuando muestra interés en CUALQUIER COSA. Luego pregúntele por qué es interesante para ella, qué lo hace interesante para ella, etc. Esto podría darle una idea de su patrón de pensamiento. El truco y el arte es intentar aplicar los mismos motivos de emoción que tenía para lo que fuera, a su material escolar.
Desearía haber sabido que tenía TDAH cuando estaba en la escuela, y que alguien se hubiera interesado en mí para ayudarme a encontrar las materias de la escuela interesantes y emocionantes, como lo describí anteriormente. Desafortunadamente, ese no fue el caso. La escuela fue un infierno para mí, mis calificaciones no fueron buenas, y lo peor de todo, las personas proyectaron sus puntos de vista sobre las cosas en mí. Me dijeron con sus palabras, acciones y actitudes que “no me enorgullezco de mi trabajo”.
Entonces, en mi opinión, el cambio debe comenzar con USTEDES, no con su hija.