¡Absolutamente! Los bebés se arrastran porque ven algo fuera de su alcance y tratan de llegar a él. A menudo estarán mucho más enfocados en su objetivo que en tratar de averiguar cómo están llegando allí. A menudo se encuentran en lugares y luego miran a su alrededor sorprendidos de dónde terminan. También comienzan a subir cosas, a dar pasos y a escalar por la misma razón.
Siempre me sorprende lo corto que es el tiempo cuando un niño pasa de lo que mi hermana llama “la linda etapa de la puerta de la puerta”, lo que significa que se quedan quietos cuando los bajas, a los movimientos rápidos, a toda velocidad de gatear, a los que suben ¡Sobre las cosas, a caminar y luego a correr! A veces parece solo una cuestión de unas pocas semanas. ¡Los niños pequeños pueden ser aterradores!