Hay dos (al menos, pero aquí, dos) formas de ver la “palabra de Dios”
La manera fácil es creer que Dios dictó cada palabra. Esto significa que no tiene que pensarlo, y mientras no lo lea , no tendrá problemas porque los demás le dirán cómo creer.
La otra forma es creer que Dios revolvió algo en las personas que escribieron la Biblia, y la escribieron lo mejor que pudieron. Tal vez incluso mejor de lo que pensaban que podían.
Entonces tienes fanáticos que escriben libros (Jonás), místicos (Revelación), filósofos (Eclesiastés), pragmáticos (Proverbios), adúlteros (David, por lo menos un cupla de Salmos), y así sucesivamente.
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Si lees la Biblia de esta manera, encontrarás muchas contradicciones y muchas preguntas. Esta es probablemente la razón por la que ha sido un tema tan candente desde siempre.
Mateo, capítulo 28, versículo 18; Jesús dice que se le ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Entiendo que significa que él es el árbitro para esas preguntas y contraducciones.
Entonces, el matrimonio gay; Jesús dice: no juzgues.
(aparte, ¿dónde dice exactamente que los cristianos no sirven a los homosexuales? No viola ninguna libertad religiosa. Es angustiosamente segregacionista).
Aborto: (esto duele por dentro) una mujer tiene autoridad sobre su propio cuerpo. Haz lo que quisieras que hicieran.